Traje de Roncal

CENTRO NAVARRO de BUENOS AIRES – 130°ANIVERSARIO _ 1895 – 2025

Los trajes tradicionales del Valle de Roncal (Erronkari), en el Pirineo navarro, constituyen una de las
expresiones más singulares de la indumentaria popular de Navarra. Su uso cotidiano se mantuvo hasta
principios del siglo XX, y su versión festiva ha perdurado como símbolo de identidad colectiva.
Traje cotidiano: Utilizado hasta principios del siglo XX, confeccionado con paños de lana elaborados en
casa. Era sobrio, funcional y uniforme entre los habitantes del valle.
Traje festivo: Más elaborado, reservado para celebraciones religiosas, actos comunitarios y rituales. Es el
que se ha conservado en la memoria colectiva y se reproduce con fines folklóricos
El traje tradicional roncalés, que fue vestimenta cotidiana hasta bien entrado el siglo XX, se compone de
elementos que combinan funcionalidad y belleza. El traje femenino, con su saya recogida, su mantilla y su
amabitxi — esa cruz – joya tan característica —, ha evolucionado a lo largo de los siglos, adaptándose sin
perder su esencia. El traje masculino, más estable en el tiempo, conserva la sobriedad de los antiguos
calzones de paño, la faja y la boina que aún hoy nos resultan familiares.
Se trata de la indumentaria, ya desaparecida, que han utilizado los roncaleses hasta el siglo XX, regulada
y protegida durante siglos por las ordenanzas del Valle.
Dentro de la indumentaria tradicional hay que diferenciar entre los indumentos de uso ordinario y
cotidiano, y los indumentos empleados en los días festivos. Estos últimos son los que han quedado en la
memoria colectiva y los que hoy se reproducen con fines folklóricos.
Su sobriedad, elegancia y persistencia lo han convertido en uno de los referentes más reconocibles de la
indumentaria tradicional navarra.
Entre las numerosas piezas conservadas en casas particulares destacan dos trajes del siglo XVIII
conservados en una casa de Uztárroz, siendo estos los más antiguos que se conocen. Mención especial
merece también la colección de piezas y aderezos conservados por Fernando Hualde, pertenecientes
todas ellas a la primera mitad del siglo XX; entre estas piezas destacan varios patrones de piezas
elaborados a principios de siglo XX, empleados entonces para recuperar en el valle el uso de esta
indumentaria.
Todavía hoy se conservan en algunas casas del valle piezas antiguas de tela y de paño Roncal. No hay que
olvidar que eran las propias mujeres roncalesas quienes elaboraban y confeccionaban en sus casas estos
trajes. Sirva como ejemplo un documento de 1644, de Isaba, que nos muestra cómo, dentro del inventario
de bienes confiscados a mano Real a Francisco Gorría Varrena y a su madre por haberse fugado éste al
conocer que se le enviaba soldado, figuraban, entre otras muchas cosas: una vara de Paño Roncal negro,
vara y media de Paño Roncal azul cendado…
Además de los trajes de roncalés y de roncalesa que se conservan hoy en casas particulares, hay que
destacar, entre otros, la colección de siete pares de trajes que posee la Junta del Valle de Roncal
(restaurados en 1998 por las hermanas Celia y Esther Navarro); un traje de roncalés, y otro de roncalesa,
expuestos y conservados en el Centro Roncalés “Erronkari”, en Pamplona; seis vestidos de roncalesa,
pertenecientes al tesoro de la Virgen de Idoya (hechos en 1973 por un grupo de mujeres de Isaba, y

guardados en el Museo parroquial); un vestido de roncalesa, conservado en Madrid, regalado por la Junta
del Valle de Roncal a la reina de España, doña Sofía, durante la visita que hicieron los monarcas al valle en
febrero de 1983 (hecho por Araceli Garde); un traje de roncalés, y otro de roncalesa, expuestos en el
Centro de Interpretación de la Naturaleza de Roncal (hechos en 1994 por Julián Peñas y Rosa Mari Urra,
respectivamente); un traje de roncalés, y otro de roncalesa, expuestos en los locales de la Casa de Navarra,
en Valladolid (hechos en 1999 por Araceli Garde); la colección de veintiún pares de trajes, también
propiedad de la Junta del Valle de Roncal (confeccionados durante el primer semestre de 2000 por un
equipo de mujeres coordinado por Rosa Mari Urra); y los trajes expuestos en la Casa de la Memoria de
Isaba recogiendo los diversos tipos posibles de traje roncalés (confeccionados por un grupo de mujeres de
Isaba).

Las piezas exhibidas pertenecen al Archivo del Centro Navarro de Buenos Aires.